Apenas un mes y unos días después, el Papa Francisco ha visitado la localidad de Amatrice, municipio del centro de Italia en el que el pasado pasado 24 de agosto se produjo un terremoto que causó casi 300 muertos.

El máximo representante de la Iglesia católica voló hasta la provincia de Rieti para visitar a las familias que tanto han sufrido en los últimos meses debido a una catástrofe natural que no sólo se cobró cientos de vidas sino que además destruyó una de cada tres casas.

Una vez allí, el argentino visitó los módulos que han sido instalados para que los niños pudieran volver a un colegio que fue derruido por el terremoto a finales de agosto.

«Desde el primer momento, sentí la necesidad de estar aquí. De rezar con vosotros. De mostrar mi cercanía y de rezar por vosotros. Esto es lo que os traigo», dijo el Santo Padre en Amatrice.

Después de saludar y conversar con algunos alumnos y estudiantes, el Papa también se acercó a algunos afectados para conocer de primera mano cómo vivieron este desastre natural. Además, el Santo Padre también visitó la «zona roja”, un área cerrada por seguridad al ser el área más afectada por el terremoto.

El Papa ha elegido este día para visitar la localidad puesto que su intención, tal y como dijo cuando regresaba de Azerbaiyán, que quería realizar una visita «privada, como sacerdote, obispo y papa».

Por Claudio