La proliferación de autores y textos sobre el caballo hay que entenderla dentro de la importancia que tenían los equinos en la sociedad medieval y renacentista, siendo esencial para la guerra, la agricultura, la diversión o el transporte.

Es uno de los libros de medicina del caballo en catalán mejor terminado de la Edad Media y el Renacimiento, cuyo autor es Manuel Diez, mayordomo, consejero y jefe de caballerizas del Alfonso V el Magnánimo de Aragón.

Como fuentes para la redacción de su obra (realizada entre 1424 y 1436) dispuso de los mejores compendios de albeytería de su tiempo, como el Liber marescalcie de Lorenzo Rusio, el tratado anónimo castellano Libro de fecho de los caballos, o el De medicina equorum de Giodano Rufo, probablemente el más difundido en la Edad Media tanto en latín como en italiano o catalán.

Formó parte de la biblioteca de Hernando Colón, quien indica en el Regestrum librorum o Registrum B, en su asiento 3292, que se lo regala Almeida, paje de don Hernando de Toledo en Valladolid en 1510.

Está estructurado dividiendo el tratado en Libro de la menescalia del caballo, más amplio, y el Tratac de la menescalia de les mules. Ambos están precedidos de un índice de los distintos capítulos que remiten a los folios concretos.

Su contenido, describe la cría, la tenencia, la alimentación y el exterior del caballo y mula, ocupándose además de la cura de enfermedades y heridas, explica operaciones y da recetas para alimentos y medicamentos.

Respecto a la ornamentación, precediendo al texto del libro del caballo, tras su amplio índice, encontramos cinco dibujos:

  • En el primero de ellos, escoltado por el Sol, la Luna, Júpiter y Mercurio, aparece un caballo y los signos del zodíaco que son contrarios a cada una de las partes de su anatomía, circunstancia a tener en cuenta a la hora de practicar las curas y sobre todo las sangrías (fig. 1)
  • En el siguiente el modo en que se ha de atar el caballo para echarlo a tierra para realizarle alguna cura y en el texto se indica que antes hay que prepararle una buena cama de paja para que no se haga daño al caer.
  • Continua con la manera de sujetarlo para darle algún brebaje cuando sea necesario (fig. 2).
  • Modo en que tiene que estar el caballo entablillado para realizarle algún tipo de cura (fig. 2).
  • Modo en cómo se ha de trenzar la cola del caballo. Con un personaje a la grupa controlando el caballo.

El resto se reduce a iniciales (que dejan observar la letra de aviso sobre la que se decora), títulos de los diferentes capítulos y calderones a tinta roja.

Díez, Manuel. Llibre de menescalia. S. XV (ca. 1450). XVI, CXII h.: papel, il.; 290 x 203 mm. BCC. Ms. 5-4-46

 

José Francisco Sáez Guillén, Jefe del Área Bibliotecas de la Catedral y Arzobispado de Sevilla

Fuente original: https://www.archisevilla.org/un-manuscrito-de-tematica-ecuestre-de-hernando-colon/

Por Prensa