En la madrugada del día 19 de mayo dos autobuses partieron de Chiclana en dirección al Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Fátima en peregrinación para celebrar el centenario de las apariciones. Como en años anteriores feligreses de la Parroquia de San Juan Bautista y de la Parroquia de San Antonio junto a varios hermanos de la diócesis salieron llenos de ilusión y alegría abiertos a los regalos que el Corazón de Jesús les iba  a dar de la mano de la Virgen de Fátima. Contaron con la asistencia espiritual del P. José Manuel Daza y del P. Hugo que estuvieron en todo momento disponibles especialmente para la confesión, así como el acompañamiento de Pilar y Eli, consagradas de la Fraternidad  Seglar en el Corazón de Cristo.La llegada a Fátima fue a primera hora de la tarde después de un ameno viaje donde hubo oportunidad para la oración de laudes y la convivencia. Por la tarde después de un descanso en el hotel hubo tiempo para recorrer con tranquilidad todo el entorno del Santuario, auténtico altar del mundo y centro de espiritualidad para volver a evangelizar de nuevo a la humanidad entera. A las 17:15 del viernes fue la celebración de la Eucaristía en la ?La Capelinha? presidida por el P. José Manuel Daza, concelebrada por el P. Hugo y varios sacerdotes y con los cantos dirigidos por Pilar y Eli. El día finalizó con el rezo del Santo Rosario y la impresionante procesión de las antorchas.El sábado comenzó con el rezo de laudes en la capilla del hotel y después del desayuno nos dirigimos a Aljustrel, el pequeño y sencillo pueblo de los pastores. Allí conocimos las casas, su forma de vida y los lugares donde se les apareció el Ángel de la Paz, donde recibieron el anuncio de que ?el Señor tiene sobre vosotros designios de misericordia? y el encargo de ?Rezad, rezad mucho, ofreced constantemente oraciones y sacrificios al Altísimo para la reparación de los pecados y la conversión de los pecadores?.  Por la tarde se celebró el Via Crucis donde, con la oración y la contemplación, acompañamos a nuestro Señor en los momentos más significativos de su camino a la Cruz. El culmen llegó con la Adoración a Cristo presente en la Eucaristía en la capilla situada en el cima del monte, que supuso un momento intenso de diálogo y contacto directo con el Señor, así como otra oportunidad para recibir el sacramento de la confesión; y es que el Inmaculado Corazón de María es siempre refugio y camino hacia Dios. La tarde quedó completa con la celebración de la Eucaristía en?La Capelinha? y el rezo Santo Rosario  junto a la procesión de antorchas en la amplia explanada del Santuario.Con el rezo de laudes y la celebración de la Eucaristía dio comienzo el domingo. Después  hubo tiempo libre para visitar la Basílica donde están enterrados los pastorcitos Santa Jacinta, San Francisco y Lucía, para rezar en la capilla de Adoración Perpetua o para confesar, así como para visitar el entorno y hacer algunas compras.Después del almuerzo se inició el viaje de vuelta que fue muy ameno y no se hizo largo gracias al rezo del Santo Rosario y a los testimonios que muchos de los peregrinos hicieron dando gracias a Dios por todos los dones recibidos. Fuimos peregrinos a Fátima y volvimos con deseos de ser «Pastores en la relación íntima con Él, para proclamar a los más jóvenes las maravillas del amor de Dios», con la confianza de saber que ?al final mi Inmaculado Corazón triunfará?. Con la llegada de los dos autobuses a Chiclana finalizó esta peregrinación con el deseo y la determinación de volver a Fátima de nuevo el próximo año con la gran Peregrinación Diocesana.

Fuente original: http://www.obispadodecadizyceuta.org/noticia/chiclana-peregrino-fatima-centenario-apariciones

Por Prensa