VALENCIA, 14 JUL. (AVAN).- El creador de la empresa PeerTransfer, el valenciano Iker Marcaide, ha expuesto en la tercera jornada del curso de verano sobre los negocios en la sociedad digital de la Universidad Católica de Valencia “San Vicente Mártir”su cambio al emprendedurismo social.

“PeerTransfer puso a su creador en el candelero del mundo empresarial valenciano hace seis años, y ha hecho que se le considere desde entonces como una institución entre los emprendedores locales”, según han indicado hoy a la agencia AVAN fuentes de la UCV.

“De la nada, Marcaide había logrado crear una compañía que ahorraba miles de dólares a estudiantes en los pagos que realizaban en universidades de todo el mundo, principalmente de Estados Unidos y en plena época de crisis, el éxito de PeerTransfer fue enorme”, ha añadido. Ahora el valenciano ha puesto en marcha Zubilabs, “que da un paso más en la dirección a la que se encaminan todas sus decisiones profesionales que es crear para ayudar”.

Marcaide ha expuesto la labor de esta empresa, que ha resumido con la frase que preside su web que es “ayudar a fundar negocios que construyan un mundo mejor”. “Identificamos asuntos que merece la pena resolver e intentamos que algo bueno salga de ello y nos gusta trabajar con proyectos que merecen la pena que existan y que, esperamos, impulsen al mundo en la dirección correcta”, explica Marcaide.

Zubilabs se encuentra en la marcha de la Imagine Montessori School, una escuela de los 3 a los 18 años concentrada en el aprendizaje y cuya pedagogía la guían “los intereses y motivaciones de cada niño”, que se pondrá en marcha el próximo curso de 3 a 6 años, con incorporaciones progresivas de los siguientes cursos, en Valencia.

Este proyecto pretende “nutrir la curiosidad, las ganas de aprender y el potencial con el que nacen los niños para ayudarlos a convertirse en personas creativas, independientes, con recursos y preparadas para un mundo que cambia con rapidez, a la vez que comprometidas con el medio ambiente y la sociedad”.

Otra empresa en la que Zubilabs ha invertido y de la que son también consultores es Eternum Energy, que provee de soluciones energéticas renovables y baratas a unos 600 millones de personas en países en vías de desarrollo africanos que no tienen acceso a energía.

La “Startup” Research Lab apuesta por entrevistas que faciliten conocer las emociones del candidato por reconocimiento facial

La jornada del curso ha contado con la presencia de Alicia Mora, cofundadora junto a María Pocoví, de Emotion Research Lab, startup que ha desarrollado una plataforma en la nube que permite realizar estudios de mercado con las llamadas emociones básicas y con ocho estados emocionales adicionales.

La plataforma utiliza la visión artificial para realizar un test de expresión facial que reconoce 400 puntos de 169 músculos de la cara. Gracias los algoritmos que ha desarrollado Mora el test expone después las emociones del sujeto. De ese modo, una empresa puede saber si un cliente reacciona con aburrimiento, hostilidad o alegría.

“Otras empresas de nuestro mercado los compran, pero nosotros somos de las pocas que tienen un algoritmo propio y aportamos algo que ninguna otra puede ofrecer que es un estudio de los estados de ánimo”. “La emoción es lo que siente la persona en un momento pero nosotras investigamos el estado de ánimo, prolongado en el tiempo”, asevera.

Otra característica que ofrece la empresa de Mora es la unión del seguimiento ocular con las emociones. Además de describir la emoción sentida frente a un estímulo, Emotional Research Lab es capaz de establecer el lugar en el que el consumidor ha posicionado su mirada.

Pero Mora y Pocoví quieren hacer entrevistas en tiempo real, como un Skype que especifica al observador las emociones sentidas. En opinión de Mora, el crecimiento de los “videocurriculum” y las entrevistas online van a jugar a su favor en la búsqueda de inversores.

Además de ello y de la idea de crear aplicaciones que incorporen su tecnología, la startup trabaja con la Universidad Politécnica de Madrid en el desarrollo de una herramienta que añada a su tecnología los estados fisiológicos de la persona a través de segmentos vocálicos. Es decir, “saber si alguien tiene hambre o si está aburrido o estresado solo con oírle hablar”. (AVAN)

Fuente original: http://www.archivalencia.org/contenido.php?a=6&pad=6&modulo=37&id=14132&pagina=1

Por Prensa