El día 2 de septiembre los telediarios de España y de Europa se vieron sacudidos por una imagen difícil de olvidar. Era la de un niño, ahogado en la costa turca cuando su familia trataba de llegar a Europa huyendo de Siria.

En aquellas semanas, el tema de los refugiados llenaban las portadas de los periódicos y sin duda era uno de los temas que más preocupaban a la sociedad. Sin embargo, el paso del tiempo fue llevando al olvido una cuestión muy importante para todos los ciudadanos de este planeta tengan la nacionalidad que tengan.

Meses después, y con la intención de que nadie olvide las personas que han perdido la vida en su viaje a Europa,  ha montado en la iglesia de San Antón un belén en el que Aylan, el niño sirio que murió, es el protagonista.

No obstante, el nacimiento de este año aún va más allá ya que las figuras de San José y de la Virgen María son en realidad dos refugiados con los que una vez más, el padre Ángel intenta concienciar al mundo de lo que está ocurriendo en nuestro continente.

Cabe recordar que el conjunto de imágenes es obra del artista madrileño Ikella Alonso, quien ya el año pasado fue el precursor de un belén con alusión a los enfermos de ébola y que se expuso en la capilla de Humilladero, en Fuencarral.