Cristina Pozo Baños (Córdoba, 2003) estudia el Grado de Comunicación en la Universidad de Loyola Córdoba. Combina los estudios con su actividad como voluntaria en la Delegación Diocesana de Juventud, que conoció gracias a un sacerdote

Peregrina en la JMJ, ha decidido colaborar con Iglesia en Córdoba, compartiendo con todos la entrevista que realizó a monseñor Américo Aguiar, Obispo auxiliar de Lisboa, poco antes de ser creado Cardenal por el Papa Francisco, un nombramiento que lo convierte en el segundo miembro más joven del Colegio Cardenalicio. A través de una llamada de teléfono, esta joven se puso en contacto con el nuevo Cardenal, responsable mundial de la JMJ. Confía plenamente en los jóvenes porque tienen un corazón dispuesto, dice con la jovialidad de su depurado acento español

¿De dónde surge su vocación?

Desde bien pequeño solía participar en las misas de monaguillo, como se dice en Portugal, de acólito. Empecé a ser partícipe en la misa de esta manera y, a través de los boy scout, con los que iba a catequesis y me formaba en la fe. En un momento de mi vida abandoné las catequesis y decidí no ir más. Con el paso del tiempo quise volver a los scouts porque era algo que realmente me gustaba y tuve que volver a dar catequesis. Hice el sacrificio de ir para poder pertenecer a los scouts. El inicio no es muy extenso (ríe). Los caminos de Dios son insoldables, nunca sabes lo que te deparará. Con 20 años entré en el seminario de Oporto y desde ese momento he continuado el camino que Dios tenía preparado para mí.

¿Desde el principio se ha sentido apoyado por tus familiares y amigos?

Sí, aunque mi familia no era muy católica, cuando les dije a mis padres que iba a volver a dar catequesis ellos me apoyaron, nunca me pusieron pegas cuando tomaba mis propias decisiones. Siempre he tenido total libertad para ir o no ir. Aunque me atrevería a decir que los que me han apoyado desde el principio, sin contar a mis padres, han sido mis amigos que siempre han sido muy importantes para mí. Siempre me han acompañado y gracias a ellos me he acercado mucho más a Dios. Ir a catequesis no era tan complicado cuando estaba con ellos. Y después de entrar al seminario han seguido dándome todo su apoyo.

¿Actualmente sigue manteniendo relación con algunos amigos de su infancia?

No tanto como me gustaría. He podido presidir algunos matrimonios e incluso he bautizado a sus hijos. En los últimos años no he podido estar tanto con ellos debido a la disponibilidad de la que dispongo. Pero he podido formar parte de los momentos más importantes de sus vidas. Dios siempre nos ha unido.

¿Diría que Dios ha cambiado por completo su vida?

Sí. Yo siempre suelo decir que quien encuentra a Cristo como salvador le cambia toda la vida. Dios tenía un destino para mí que ni yo mismo me imaginaba.

¿Su vida ha cambiado mucho desde que está en Lisboa como obispo?

Sí, desde que estoy aquí recibo de continuo al grupo de comunicación Radio Renacenta. Radio Renacenta es como la cadena Cope en España, aunque más pequeña. También recibo al consejo de gerencia y a los diferentes obispos. Estoy continuamente haciendo cosas, he perdido privacidad. “No tengo vida propia, mi vida es el evangelio.”

¿Cómo unir la fe a la vida de los jóvenes?

El esfuerzo es lo que lo une, se hace todos los días y en todos los momentos, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. Como les digo a los jóvenes deben de tener valores que les diferencien y para ello es necesario que el sueño venza al sueño porque cuando es así, nos va bien.

¿Cuál ha sido el mayor desafío al que se ha enfrentado como obispo y cómo lo ha superado?

En el momento que tomamos conciencia de que somos sucesores de los apóstoles, no nos separamos de Dios. Al principio fue muy duro, el cambio puede llegar a ser doloroso. Pasé de ser una persona igual a suplementar a los demás con mi testimonio como sucesor de los apóstoles. Cuando tenemos conciencia de tanta responsabilidad es muy difícil. Dios providencia todos los días y eso es más que suficiente.

¿Cómo ha logrado mantenerse fiel a sus convicciones y principios en un mundo que a menudo parece desafiante?

Como digo muchas veces Dios me da paciencia porque si me diera fuerza… Vivimos en un mundo muy exigente que a menudo nos resulta difícil e incluso provocador. Ahora todo es diferente, todo cambia de un día a otro, todo es una sorpresa diaria. Debemos tener el corazón fuerte y tener mucha paciencia para todos aquellos desafíos provocadores y así siempre ser hombres y mujeres de Dios. Como decía San Juan Pablo II esto tiene que ser una prueba de ardor de métodos y excepciones. Estos métodos cambian permanentemente y por eso seguimos adelante.

¿Cómo ha logrado mantener una conexión cercana con sus feligreses y mantener una comunicación efectiva con ellos?

Este es el desafío de los tiempos modernos. Algunas veces digo que no entendemos a los jóvenes porque no entendemos su lenguaje, la mayoría son nativos digitales. Yo no soy nativo, yo soy “emigrante digital” y vosotros, los jóvenes tenéis una manera de comunicar nueva. No es mejor ni peor, es diferente. La capacidad de atención de los jóvenes ante alguien que habla no es mucha. En misa en la eucaristía el obispo o el cura habla 30-40 minutos y no hay capacidad de atención y por eso, tenemos que aprender la nueva forma de comunicar. Este es uno de los desafíos de la actualidad, la capacidad de entendernos y comunicarnos bien.

¿Cuál es su enfoque pastoral para involucrar a los jóvenes en la Iglesia y cómo cree que la JMJ puede contribuir a eso?

Que cada joven descubra cuál es el sueño que Dios tiene preparado para él. Dios tiene un proyecto de vida para cada uno de nosotros.

La entrada “Tenemos que ayudar a los jóvenes a descubrir el plan que Dios tiene preparado para ellos” apareció primero en Diócesis de Córdoba.

Fuente original: https://www.diocesisdecordoba.es/noticias/tenemos-que-ayudar-a-los-jovenes-a-descubrir-el-plan-que-dios-tiene-preparado-para-ellos

Por Prensa