VALENCIA, 5 MAR. (AVAN).- El cardenal arzobispo de Valencia aseguró anoche en al vigilia mensual de oración juvenil en la Basílica de la Virgen de los Desamparados, que «Dios no tiene consideración para nada el mal que hemos hecho» y alentó a los jóvenes a «sentir el gozo inmenso de la ternura de Dios» también a través del sacramento de la Confesión.

Tras la lectura de la parábola del hijo pródigo, o del «buen padre», como la llamó el Cardenal, el titular de la archidiócesis de Valencia recordó a los jóvenes que «si nosotros nos alejamos de Dios, Dios no se aleja jamás de nosotros, nos tiene un grandísimo cariño, un amor inmenso».

El purpurado expresó a los jóvenes que «Jesucristo es el abrazo de Dios a los hombres, que no tiene en cuenta nuestros pecados, no lleva cuenta del mal… ¡y mira que hacemos cosas para que nos echen en cara!». Sin embargo, «Él nos comprende y nos quiere, sabe que somos frágiles y cuando volvemos a Él nos abraza porque ha venido a traernos el perdón, aunque no nos lo merezcamos».

«Naturalmente que da vergüenza el pecado y nuestra torpeza ¡con lo bién que se está con Dios! pero somos muy torpes», dijo a los jóvenes. «Por eso, no tengamos miedo de volver a Él, de confesarnos», insistió el Cardenal, que destacó que el sacramento de la Confesión es, sobre todo, el de «la esperanza y la alegría».

Así, «acercarnos a Dios que nos perdona, a través del sacerdote, nos da una esperanza muy grande, todo cambia». Por ello, exhortó a que «no caminemos en la tristeza del peso que nos abruma, sino acerquémonos a Él, porque Él nos perdona siempre, nunca nos condena y todo vuelve a ser distinto». (AVAN)

Fuente original: http://www.archivalencia.org/contenido.php?a=6&pad=6&modulo=37&id=13362&pagina=1

Por Prensa