VALENCIA, 26 NOV .(AVAN).- El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, concelebra este domingo en la clausura del Año Jubilar por el VII centenario del beato Ramón Llull (Palma de Mallorca 1232- Mar Mediterráneo, 1315).

La eucaristía de clausura tendrá lugar a las 10.30 horas en la Catedral de Mallorca, según han indicado hoy a la agencia AVAN fuentes de la diócesis de Mallorca que pertenece a la provincia eclesiástica valentina.

Además, la misa que estará presidida por el prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos de la Santa Sede, el cardenal Angelo Amato, contará con la presencia de la Reina Sofía, han añadido.

Además del cardenal Cañizares también concelebrarán en la eucaristía el obispo auxiliar de Valencia y anterior titular de Mallorca, monseñor Javier Salinas; arzobispo emérito de Barcelona, el cardenal Lluís Martínez Sistach; el obispo de Sant Feliu de Llobregat, monseñor Agustín Cortés; el obispo de la Seu D´Urgell, monseñor Joan-Enric Vives y el obispo de Orihuela-Alicante, monseñor Jesús Murgui.

También participarán con sus cantos la Escolanía de Lluc, els “Vermells de la Seu”, los Niños Cantores de San Francisco y la Coral de la Catedral. Al término de la misa las reliquias del beato, que permanecen desde ayer en la Catedral, serán devueltas a la Basílica de San Francisco, donde se veneran todo el año, en una procesión.

La diócesis mallorquina ha celebrado el centenario con los objetivos de “proseguir e impulsar eficazmente su proceso de canonización, difundir el conocimiento de la vida y obra de Ramón LLull y sensibilizar a los miembros de la Iglesia respecto a su santidad y ofrecer a los miembros de la sociedad mallorquina la posibilidad de conocer el significado actual de su amor por Jesucristo”.

Ramón Llull

Ramón Llull nació en Palma de Mallorca hijo de una familia de nobles instalados en la isla un año después de ser reconquistada por Jaume I.

A los 30 años, la impresión que le causó un sermón sobre San Francisco de Asís y una visión de Cristo produjeron en su vida un cambio radical que le llevó a dejar su familia, sus bienes, y toda su vida para retirarse nueve años a un monasterio. Ramón Llull se planteó así tres objetivos, convertir a los infieles al cristianismo, escribir libros para difundir esto y fundar escuelas para enseñar las lenguas de los infieles a los demás misioneros.
(AVAN)

Fuente original: http://www.archivalencia.org/contenido.php?a=6&pad=6&modulo=37&id=14694&pagina=1

Por Prensa