En Angelus dominical del Papa Francisco sirvió al máximo representante de la Igesia para pronunciarse sobre el último escándalo que ha salpicado Vaticano tras la publicación de lo que muchos llaman ya el Vatileaks 2.

Y es que, después de que el mayordomo de Benedicto XVI, Paolo Gabiele, fuese condenado por robo y divulgación de documentos, un nuevo caso de extracción de documentos oficiales estalló el pasado lunes cuando se comunicó la detención del sacerdote español y de la relaciones públicas italiana.

“Quiero decir antes que nada que robar estos documentos es un delito. Es una equivocación. Es un acto deplorable y que no ayuda”, admitió el Papa a los allí presentes en relación a la detención del sacerdote español Lucio Ángel Vallejo Balda y la italiana Francesca Chaouqui.

No obstante, el Papa Francisco reconoció entender a los católicos del mundo puesto que según dijo “sé que muchos de vosotros estáis turbados por las noticias que han circulado en estos últimos días a propósito de documentos reservados de la Santa Sede que han sido sustraídos y publicados”.

Pese a ello, el argentino no dudó en reconocer que seguirá realizando sus labores dentro de la Iglesia ya que “este triste hecho no me desvía ciertamente del trabajo de reformas que estamos realizando junto con mis colaboradores y con el apoyo de todos vosotros”, sentenció el Papa Francisco.