Dada la difícil situación que está viviendo Venezuela, los obispos del país no han dudado en poner su grito en el cielo y denunciar el complicado escenario que están sufriendo sus gentes.

Y es que, tal y como dijo Diego Padrón Sánchez, “el Gobierno debe favorecer todas las formas de ayuda a los ciudadanos”, puesto que tal y como recordó en nombre de la Conferencia Episcopal Venezolana “hay una gravísima situación en el país”.

“Es apremiante la autorización a instituciones privadas del país, como Cáritas y otros programas de diferentes confesiones religiosas, que no nos metemos en la diatriba política”, leyó en un comunicado el arzobispo de Cumaná y presidente del Episcopado.

Su ruego tenía por intención pedirle a Nicolás Maduro facilitar a la Iglesia y otras instituciones, “que podamos traer alimentos, medicinas y otros insumos necesarios, provenientes de ayudas nacionales e internacionales”. El interés es “organizar redes de distribución a fin de satisfacer las urgentes necesidades de la gente”, precisó Padrón.

El mensaje de la CEV se dio a conocer a la par que en varias ciudades de Venezuela se generaron protestas por la aplicación del racionamiento eléctrico impuesto por el gobierno nacional desde este 25 de abril, la escasez de alimentos, medicamentos y otros motivos.

También se produjo simultáneo al inicio de la recolección de firmas para la activación del referendo revocatorio presidencial a Maduro, impulsado por la Mesa de la Unidad Democrática, cuya planilla para colectar la data fue aprobada en vísperas por el Consejo Nacional Electoral, después que la oposición propuso una marcha hasta esa institución.

“Nunca debemos ser ciudadanos pasivos y conformistas, sino sujetos conscientes de nuestra propia y calamitosa realidad; sujetos pacíficos, pero activos y, en consecuencia, actuar como protagonistas de las transformaciones de nuestra historia y nuestra cultura”, sentenció.