1. La Iglesia, a lo largo de la historia, ha visto en el arte cristiano un destello de la belleza del misterio de Dios y se ha servido de él para la liturgia, la alabanza y el anuncio catequético del Evangelio.
 
2. Por esto, no deja de reconocer y agradecer a los artistas, a los conservadores y restauradores del arte, pero sobre todo, al Pueblo de Dios, que con gran estima, dedicación y esfuerzo ha creado y conservado un patrimonio que sirve para su contemplación y el uso litúrgico y devocional del mismo.
 
3. Esta Diócesis, como no puede ser de otra manera, ha instado, en todo momento, a las personas e instituciones que tienen a su cargo el cuidado del Patrimonio, a que su conservación y restauración se realice por los medios técnicos profesionales y artísticos más adecuados, para lo cual deben contar con el conocimiento y la autorización de la Delegación diocesana de Patrimonio artístico y cultural.
 
4. No obstante, a veces, la buena intención, la devoción y los escasos recursos económicos, hacen que no se respeten estos criterios técnicos y profesionales y, con el desconocimiento de las personas e instituciones eclesiales encargadas de custodiar el patrimonio, se realicen actuaciones poco acertadas, que lamentamos y no aprobamos.
 
5. Reiteramos nuestro deseo y hacemos una llamada a que se conserve el rico patrimonio eclesial, garantizando siempre su valor artístico y el buen uso evangelizador y cultural del mismo.
 
DIÓCESIS DE SALAMANCA
 
Salamanca, a 21 de julio de 2016
 

Fuente original: http://www.diocesisdesalamanca.com/2.0.html?&no_cache=1#c14220

Por Prensa