Nuevo delegado de Ecumenismo: “El primer reto es la escucha de la Palabra, que nos interpela a que «seamos uno»”Gabriel Sánchez (Sevilla, 1976) es un sacerdote sevillano que lleva sirviendo a la diócesis durante más de 15 años. Primero como párroco en Guadalcanal, y luego en Nuestra Señora de Gracia, en Camas y, finalmente, adscrito a la Parroquia de Nuestra Señora de la O, de Sevilla. Recientemente ha sido nombrado delegado diocesano de Ecumenismo, Relaciones Interconfesionales y Relaciones Católicas Orientales. Confiesa que le sorprendió “mucho” el ofrecimiento por parte del arzobispo, monseñor José Ángel Saiz: “No lo esperaba en absoluto. Supone un reto importante y mi actitud no puede ser otra que la de servir en lo que se me requiera en esta que es mi Iglesia particular”.

Antes de su nombramiento, ¿colaboraba de alguna forma con esta Delegación Diocesana o tenía relación con el ecumenismo y las relaciones interconfesionales?

No he participado en el quehacer de esta Delegación, soy un advenedizo en ella y desconozco, por ahora, su configuración y objetivos específicos. Muy pronto tendré oportunidad de conocer y profundizar. Si bien es cierto que impartir la asignatura de Eclesiología y Ecumenismo en la Facultad de Teología San Isidoro me ayuda a ponderar a lo alto la importancia de la tarea que se me ha encomendado.

¿Cuáles son los principales retos o desafíos del ecumenismo actualmente?

La vocación del ecumenismo no es otra que a la unidad, entendida como plena comunión de las Iglesias que en la actualidad están divididas. Toda la vía ecuménica debe girar en torno a esto. No hacemos referencia, en un primer momento, a una unidad social, o espiritual, o incluso en aras a una misión; sino primeramente teológica.

El primer reto, por tanto, consiste en la escucha atenta de la Palabra, la cual nos interpela a que «todos seamos uno» (Jn 17,21). El decreto conciliar Unitatis Redintegratio expresa que las Sagradas Escrituras son instrumentos preciosos en la mano poderosa de Dios para lograr aquella unidad que el Salvador presenta a todos los hombres.

¿Cómo valora el trabajo desarrollado por el anterior delegado diocesano, el sacerdote Manuel Portillo?

Lo recuerdo con mucho cariño de mi época de seminarista. Recuerdo su empuje y ardor misionero, también su trabajo constante y callado en aras de la unidad de todos los cristianos. Pienso que su labor callada y eficaz es muy digna de elogio por mi parte y por parte de la Iglesia de Sevilla.

¿Cuáles serán las principales líneas de la Delegación Diocesana de Ecumenismo a partir del próximo curso?

En realidad, son tres las delegaciones: Ecumenismo, Relaciones con las Iglesias Orientales Católicas y una tercera, Relaciones Interconfesionales. Cada una tiene sus fines, retos, proyectos y pautas a seguir. Quisiera en estos primeros meses abrir un proceso de escucha y aprendizaje para detectar necesidades y, sobre todo, búsqueda de vías de encuentro. La oración, escucha y acción conjunta deben ser elementos irrenunciables.

Imagino que como en otras pastorales, no están de más los voluntarios.

Una Delegación no debe reducirse a su delegado, aunque sea este quien anime y coordine siempre en nombre de su obispo. Es decir, sin voluntarios el cometido se convierte en inviable, por lo que abro las puertas de la Delegación para todos aquellos que quieran participar en ella. Todos son más que bienvenidos.

No obstante, reconozco que la labor de esta pastoral suele ser desconocida por la mayoría de los fieles. Esto implica que nos queda mucho por trabajar y avanzar. Por este motivo animo a laicos, religiosos y sacerdotes a que experimenten la necesidad insoslayable de la unidad de la Iglesia como algo propio y de la necesidad del diálogo con fieles de otros credos que están presentes en los distintos ámbitos sociales y culturales.

 

Fuente original: https://www.archisevilla.org/nuevo-delegado-de-ecumenismo-el-primer-reto-es-la-escucha-de-la-palabra-que-nos-interpela-a-que-seamos-uno/

Por Prensa