En julio de 1522 moría en Alcalá de Henares un andaluz universal, Antonio Martínez de Cala, más conocido como Elio Antonio de Nebrija o Antonio de Lebrija, de donde era natural. Próximo a concluir el año dedicado a su homenaje, queremos sumarnos a él destinando los meses de abril, mayo y junio a mostrar una selección de documentos y libros, noticias y retratos, relacionados con su figura.

Empezaremos por su relación con la Iglesia de Sevilla, muy citada en numerosos estudios a lo largo de los siglos pero, con frecuencia, sin respaldo documental, copiando unos autores a otros y mezclando fechas y lugares. Veamos algunos ejemplos.

Nebrija estuvo, efectivamente, al servicio de dos arzobispos hispalenses, pero siempre fuera de Sevilla. Fue familiar de Don  Alonso de Fonseca el Viejo (1470-1473) cuando este residía en Coca (Segovia) y, años después, formó parte de la corte literaria de Don Juan de Zúñiga en tierras extremeñas (1487-1504). Ya en su juventud, fue compañero de otro ilustre humanista sevillano, Rodrigo Fernández de Santaella, pero en el Colegio de San Clemente de Bolonia (1467-1470).

Aún así, no cabe duda de que estuvo en Sevilla en varias ocasiones, ya fuera por motivos familiares, ya por la publicación de sus obras en nuestra ciudad o viniendo con Don Juan de Zúñiga, por ejemplo, a la boda de la Infanta Isabel de Castilla en 1490, donde recitó un poema que compuso para tal fin. En la Catedral, la noticia más extensa que se conserva de él -salvo que se trate de un homónimo- la recoge un acta capitular del 1 de octubre de 1498. Dice así: “E más en este día propuso Antonio de Librixa como quería leer en Sancta María de la Granada que le diesen licencia, la cual todos los dichos señores fueron contentos e mandaron al dotor de León que, juntamente con el mayordomo de la Fábrica, que fagan ataviar de bancos e esteras lo que fuere menester.” Una nota marginal lo resume así: “Licencia al maestro Antonio de Nebrixa para leer en la Granada.”   

Para un autor, esta cátedra se celebraba entonces en esta capilla y no en su lugar habitual, el Colegio de San Miguel, por estar dedicado a otros usos durante las obras de la catedral. En cualquier caso, los libros de Fábrica no recogen gasto alguno, por lo que o no fue necesario hacer arreglos o no llegó a impartir su lección. Tampoco mencionan otra estancia similar en 1513, aunque otras fuentes sí la recogen.

Hoy día, una inscripción en el muro occidental del Patio de los Naranjos guarda memoria de todo esto: “En este lugar, donde estuvo emplazada la Capilla de la Granada de la Catedral sevillana, explicó su cátedra de latín el insigne gramático hispalense, gloria de las letras patrias, Elio Antonio de Nebrija. El Ayuntamiento de Sevilla acordó colocar esta lápida en recuerdo del ilustre humanista con motivo del quinto centenario de su nacimiento. Sevilla, 1944”.

Concluyamos contemplando su imagen. La más antigua que conservamos es un grabado publicado por sus hijos en 1546. Le sigue otro, ya de 1791, en la obra titulada Retratos de los españoles ilustres con un epítome de sus vidas. Inspirados en él tenemos dos lienzos del siglo XIX, uno en la Biblioteca Capitular Colombina y otro procedente de la Biblioteca Arzobispal que hoy se conserva en el Archivo.

Nuria Casquete de Prado Sagrera

Directora gerente de la Institución Colombina

 

 

 

Fuente original: https://www.archisevilla.org/elio-antonio-de-nebrija-i-su-relacion-con-la-iglesia-en-sevilla/

Por Prensa