VALENCIA, 15 ABR. (AVAN).- El obispo auxiliar monseñor Esteban Escudero, aseguró ayer tarde en la clausura del IX Congreso Internacional de Educación Católica para el Siglo XXI, organizado por la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir (UCV), que “educar para la misericordia es una necesidad, condición para crear un mundo más fraterno y más humano”.
 
Así, según el prelado, “en una sociedad demasiada cargada por la violencia y la agresividad, por el contraste violento de opiniones, educar para la misericordia significa abrir el corazón, abrir una perspectiva nueva para crear la acogida del otro, escucharle y dialogar con el y, así, crear un mundo más humano, más fraterno”.

Monseñor Escudero, que es vicecanciller de la UCV, incidió en la misericordia como “actitud vital” que favorece el entendimiento y el encuentro entre las personas. “En ese sentido, misericordia y educación van íntimamente unidas”, subrayó.

Igualmente, señaló, a su vez, que la misericordia y la educación son también “otra dimensión de la persona humana” en el sentido de que “Jesucristo, que es el rostro de la misericordia del Padre y por quien hemos conocido quien es Dios, hemos comprendido que somos queridos, que cualquier persona es estimada y que cualquier persona, incluso la que yerra o se equivoca, es acogida y perdonada”.
 
En la sesión de clausura del Congreso, celebrado desde el pasado día 12, también participaron el rector de la UCV, Ignacio Sánchez Cámara, y el director del congreso de educación, José Ignacio Prats, que leyó las conclusiones generales.

IGNACIO SÁNCHEZ CÁMARA: “COMO INCANSABLES BUSCADORES DE LA VERDAD LOS PROFESORES DEBEN POSEER LA VIRTUD DE LA CARIDAD INTELECTUAL”

Por su parte, Ignacio Sánchez Cámara, rector de la UCV, reflexionó ayer en la lección de clausura del congreso en torno al pensamiento del papa emérito Benedicto XVI acerca de la institución universitaria. De entre las distintas ideas de Ratzinger al respecto, Sánchez Cámara destacó la virtud de la “caridad intelectual”.

Según expuso el rector de la Universidad Católica de Valencia, Benedicto XVI entiende dicho concepto como el amor del profesor a sus alumnos y a sus colegas del claustro docente, que lo impulsa a un esfuerzo por convertirse en el mejor maestro posible, cercano a discípulos y compañeros, y en un “incansable” investigador, como “buscador de la verdad” que debe ser.

“El camino hacia la verdad completa compromete al ser humano por entero: es un camino de la inteligencia y del amor, de la razón y de la fe. No podemos avanzar en el conocimiento de algo si no nos mueve el amor; ni tampoco amar algo en lo que no vemos racionalidad; pues no existe la inteligencia y después el amor: existe el amor rico en inteligencia y la inteligencia llena de amor, como se nos indica en la encíclica Caritas in Veritate”, manifestó.

XOSÉ MANUEL DOMÍNGUEZ: “PARA LOS PENSADORES PERSONALISTAS CRISTIANOS DEL SIGLO XX LA EDUCACIÓN ES, ANTE TODO, UNA CUESTIÓN ANTROPOLÓGICA”

En el congreso también participó ayer Xosé Manuel Domínguez, filósofo e investigador de la Universidad Francisco Vitoria de Madrid, que impartió una ponencia sobre la educación como forma de misericordia en el personalismo comunitario en la que afirmó que “para los pensadores personalistas cristianos del siglo XX la educación es, ante todo, una cuestión antropológica”.

De esta forma, aseguró que para dichos pensadores la educación no consiste en “aplicación de técnicas, ni en transmitir información”. “No se trata de preparar a los jóvenes para la obtención de trabajos o de establecer sistemas pedagógicos adecuados a un contexto social concreto”, detalló.

Fuente original: http://www.archivalencia.org/contenido.php?a=6&pad=6&modulo=37&id=13588&pagina=1

Por Prensa